Artículo publicado en publico.es el 03 de febrero de 2015 (enlace original)
Cuando aún no nos habíamos recuperado del sentimiento – mezcla de rabia, asco y vergüenza- que nos había producido el conocer la nueva ley danesa en matera de asilo que, entre otras muchas barbaridades permitirá a la Policía registrar a los y las demandantes de asilo e incautarles sus bienes, ha aparecido la nueva propuesta de la Unión Europea, que contempla penalizar la ayuda a los refugiados y refugiadas. Una nueva normativa según la cual aquellas personas que presten ayuda a refugiados, ya sea de manera individual o en el marco de las ONG, pueden ser acusadas de tráfico de seres humanos. Esto es un nuevo intento de criminalización de la solidaridad.